En cada área se proponen unas competencias específicas comunes para los dos ciclos de la etapa. Estas nacen teniendo en cuenta las competencias clave recomendadas por la Unión Europea. Para cada área y ciclo se establecen también los criterios de evaluación que sirven como referentes para identificar el ritmo y las características del progreso que se va produciendo. Asimismo, en cada área se incluyen los saberes básicos que los niños y las niñas deben integrar y movilizar al finalizar cada ciclo.